Nos encontramos en un momento en el que hacer una fotografía está al alcance de cualquiera. Hasta con un simple teléfono hacemos fotos en cualquier momento. Además, las tenemos guardadas en archivos donde no existe el deterioro.
Quizás por esto ya no le damos tanto valor, pero hace unos años las fotografías se guardaban en álbumes o cajones, donde la humedad, la luz y el roce continuo hacían su función dejándolas en mal estado.
Pues gracias a los programas informáticos hoy en día esto tiene solución.
A continuación os muestro algunos ejemplos del "antes" y el "después". Espero que os gusten...